TEMPORADA 1991/92: TOLEDO 5 – DAIMIEL 0


El Toledo ‘abusó’ a medias del Daimiel

Oscar Engonga debutó en un choque marcado por Canito

Crónica realizada por J. Eloy García Orozco, publicada en el diario “Ya” el 27 de abril de 1992


Municipal Salto del Caballo. Menos de media entrada. Tarde calurosa, terreno de juego en buenas condiciones y presencia de “Manolo el del Bombo” en las gradas. Se recaudaron algo más de 400.000 pesetas.

Alineaciones

CD Toledo: Villalvilla, Gabi, Cano, José Luis, Luisito (Lolo, m.57), Arganda (Óscar Engonga, m.46), Dani, Moreiras, Pardina, Luis Castro y Canito.

Daimiel: Dani, Hernández, Martín, Chato, Acero, Quique (Navi, m.61), Checa, Pareja, Cid, Miguel Ángel y Sáez (Emilio, m.64)

Árbitro

Martínez Mañas, de Cuenca, auxiliado en las bandas por Corredor y Torres. Bien en líneas generales, aunque no señaló un claro penalti sobre Pardina en la segunda mitad. Tarjeta a Pareja.

Goles

1-0, minuto 10: Canito remata de cabeza en el segundo palo tras el saque de falta de Pardina.

2-0, minuto 24: jugada personal de Moreiras, que desborda por el centro y que culmina con un disparo raso y cruzado.

3-0, minuto 27: Canito engancha un remate impresionante en el segundo palo a pase de Pardina.

4-0, minuto 51: Pardina transforma un penalti que cometieron sobre él mismo.

5-0, minuto 66: jugada de Dani, que llega a al línea de fondo, cede atrás, dispara fuerte Pardina, rechaza el meta del Daimiel, y el rechace lo aprovecha Canito, que marca de cabeza.

Comentario

Como era de esperar, no podía ser de otra forma, el Toledo derrotó con facilidad al Daimiel, auque el 5-0 final hay que catalogarlo de pobre, siempre ateniéndose a la entidad del rival. Un equipo que fuerza sólo un corner, que tira dos veces a puerta –Cid en el minuto 55 y Nani en el 76, ambos fuera- y que no tiene la más mínima cualificación, ni técnica, táctica, física, sin tener conciencia de lo que es la presión y facilitando, con errores monumentales, las opciones goleadoras locales, es para que el Toledo se hubiera hartado de jugar, cosa que no hizo, aunque jugadas sueltas las hubo, y aunque el técnico, Emilio Cruz, ‘barriera’ al decir: No se puede poner ningún pero’.

Pues sí, algún pero cabe apuntar, porque como también apunta el técnico ‘todo es susceptible de mejora’, y si en la primera mitad el juego fue como si se tratara de cualquier ‘rondo’, tocando, abriendo, siempre a la banda izquierda, pero errando en la concreción, y no hay más que observar que los cuatro primeros tantos llegaron en acciones individuales: una falta, una penetración personal, un empalme impresionante y un penalti. La triangulación del juego se perdió en excesivos intentos por entrar por el centro, donde los visitantes acumularon hombres, quienes cuando el juego era por las bandas, se veían perdidos.

El 3-0 del primer tiempo pudo ampliarlo Pardina al cuarto de hora si no hubiera topado con los puños del meta visitante Dani, o que el disparo de Luisito, a la media hora, hubiera sido un poco más ajustado.

Dani no estuvo en la misma órbita que otros choques, y Moreiras daba su curso particular de calidad, en tanto la zaga se encontraba como ‘pez en el agua’, y qué decir de Villalvilla, un espectador más.

En la reanudación, Emilio Cruz hizo debutar a Oscar Engonga, que demostró cualidades técnicas, pero peor condición física que un inválido, por lo que se limitó a dar tres pases, sacar todo ‘friqui’ en la media hora inicial y que el equipo perdiera el criterio colectivo –sólo le buscaban a él- amén de buscar la sombra.