CARLOS


Carlos, jugador del CD Toledo: “No entiendo por qué dicen que estamos desunidos”

Entrevista realizada por Vega, publicada en el diario “La Voz del Tajo” el 9 de octubre de 1989


Carlos se incorporaba este año a la disciplina del CD Toledo, procedente del Leganés. Tras hacerse en su etapa de chaval en su barrio de Aluche, Carabanchel, Conquense, Atlético Madrileño, Leganés y ahora Toledo, han sabido de su entrega y de su calidad. Pese a todo, el momento por el que atraviesa el conjunto verde está suponiendo para este madrileño un mal trago, del que espera se salga cuanto antes. De carácter afable y simpático, opina que la plantilla está unida y que las relaciones entre todos los componentes son cordiales y afables.

Carlos es un nuevo jugador de la plantilla del CD Toledo. Preferiblemente como defensa, Carlos lleva una temporada de altibajos, toda vez que las lesiones se han cebado con él y no ha podido entrenar durante dos semanas seguidas. A pesar de todo, tanto José María Martínez como Antonio Seseña han confiado en él para sus esquemas.

Carlos comenzó su carrera futbolística dándole al balón en el equipo de su barrio, Aluche, para pasar posteriormente a engrosar la plantilla del Carabanchel. Aquí logró destacar y fue el Conquense el que se interesó por sus servicios. En una primera etapa pasó dos temporadas en el equipo de la Ciudad Encantada, volviendo a Madrid para pasar otras dos temporadas en el Atlético Madrileño, donde coincidió con su actual compañero Luis Garoz. Tras su estancia con los rojiblancos, Carlos volvía al Conquense, para permanecer otros dos años en él. De su estancia en Cuenca, Carlos afirma: “Ha sido la mejor etapa que he pasado en equipo alguno, ya que los jugadores que allí estuvimos creamos una gran amistad, y todavía hoy seguimos reuniéndonos para salir juntos a cenar”.

Tras su segunda etapa en el Conquense, el destino fue Leganés, de donde llegó a Toledo. Ahora, con veintinueve años está viviendo las ‘vacas flacas’ en el Toledo. Su carácter amable y simpático le permite confesar que pasa absolutamente de todos los comentarios de los medios de comunicación en relación al equipo, tanto para bien como para mal, “nadie mejor que uno mismo sabe cómo ha jugado”.

Esta etapa que le ha tocado vivir dentro de la entidad verde no está siendo muy fructífera en el terreno deportivo, “estamos teniendo muy mala suerte, ya que en el fútbol, como en todo, si empiezas con buen pie, todo te sigue con buen pie, pero si lo comienzas con el izquierdo, las cosas no te ruedan como deseas y vas gafado hasta que consigues un resultado positivo”.

Debido a su carácter abierto no tiene problemas en el trato con los demás compañeros, “yo me llevo bien con todos los compañeros de la plantilla, aunque siempre tienes más amistad con unos que con otros, pues en mi caso, yo he jugado con Garoz en el Leganés, y es lógico que tenga mayor confianza con él, al igual que sueles tener más amistad con aquellos jugadores con los que vas y vienes a Madrid. De todos modos, no entiendo por qué se empeñan en afirmar que estamos desunidos, cuando las relaciones entre los jugadores son buenas”.

Piensa que el que los medios de comunicación afirmen que los jugadores están desunidos, es porque no hay noticias sobre las que hablar, “como en lo deportivo no se puede decir más de lo que se dice, porque todo está dicho, pues ahora se dedican a buscar explicación a los errores achacando una ficticia desunión en la plantilla”.

Carlos afirma que José María Martínez tenía un carácter fuerte. Asimismo, también que no esperaba su dimisión, lo mismo que entiende que hubiera jugadores que no estuviesen de acuerdo con el entrenador, “José María, cuando llegó, intentó cambiar el juego, por lo que jugadores que nunca habían realizado un sistema de juego como el que él intentaba imponer, se vieron incomodados. Y si además de realizar un sistema de juego tan distinto para los jugadores los resultados no acompañan, se crea un ambiente de rechazo hacia el sistema”.

Considera que aunque Antonio Seseña también tenga un carácter fuerte, es distinto a José María, “también tiene un carácter fuerte, pero es muy diferente a José María. Por ahora observo que todos estamos contentos con el nuevo entrenador”.

Y un apunte curioso sería suscitado al comentar que cuando no juega no ve a sus compañeros, “cierto, cuando no juego no voy a ver los partidos, ya que me pongo muy nervioso y no soporto verlo desde la grada”.

Las declaraciones efectuadas por Herrero a los medios de comunicación han dejado helados a los demás compañeros de la plantilla. Sobre este respecto, Carlos apuntaba, “ni mis compañeros ni yo entendemos cuáles pueden haber sido las causas que han llevado a Herrero a realizar tales declaraciones. Él sabrá por qué las ha realizado, verdaderamente que nos hemos quedado alucinados”.

Pedro, un compañero de equipo, ha sido dado de baja recientemente en el Toledo. Aunque no se han dicho las cosas con claridad, Pedro llegó de la mano de José María, y al irse el entrenador y no entrar en los planes de Antonio Seseña, ha sido dado de baja. El tema no se queda ahí, ya que Pedro, además, tenía el contrato sin firmar por parte del Toledo. Esta circunstancia debe sentar mal, sobre todo si le toca a uno, “el tema de las bajas es muy desagradable, más cuando le toca a uno y, sobre todo, te suceden las circunstancias que le han sucedido a Pedro”. El tema de los contratos suele resultar muy complejo, sobre todo cuando cada uno se lo plantea de forma distinta, “así es, cada uno lo establece de una manera, unos se fían de las palabras de las personas, y otros prefieren un contrato en toda regla”.

Cuando en un conjunto comienza a escucharse que se van a realizar altas y bajas, los jugadores comienzan con nervios y merman su rendimiento, ya que no todos los sentidos permanecen en donde deben estar, “es un asunto desagradable, ya que los nervios en el vestuario son palpables, pues lo mismo un día salen dos nombres en un medio, y al día siguiente aparecen otros dos en otro, por lo que estás entrenando y pensando que eres el próximo blanco. Todo esto crea un ambiente poco propicio”. Los nervios comenzaron pronto esta temporada, “sí, porque no es normal que en plena pretemporada empiecen a decir que sobran cuatro”.

El último domingo que el Toledo jugó en casa hubo muchas complicaciones. Los aficionados, desconcertados, llegaron incluso, en algunos casos, a las manos, discutiendo sobre si tal o cual jugador no valían. Algunos directivos llegaron a pronunciar palabras malsonantes y a realizar cosas desagradables, presa de los nervios, y algún medio llegó a cuestionar a ciertos colegas en tareas informativas, sobre si algún jugador sentía verdaderamente los colores, “cuando un futbolista se pone los colores de un equipo, lo hace para defenderlos y ganar, ya que aunque sólo sea por la honrilla profesional, el sacar los partidos adelante va no sólo en beneficio del club, sino, además, en nuestra propia revalorización como profesional del balón, puesto que si hacemos una mala temporada los equipos no se fijarán en nosotros”.

Carlos, como anteriormente señalaba, ha tenido mala suerte con las lesiones, ya que éstas apenas si le han respetado, “parezco el Guadiana, parezco y desaparezco. A ver si puedo entrenar dos semanas seguidas. En la pretemporada me lesioné en Alcalá, luego en la Liga, en Lugo terminé lesionado, con lo que nuevamente sufrí un parón de una semana. Tras reanudar los entrenamientos, volví a jugar en Getafe, donde me lesioné otra vez, y he vuelto a los entrenamientos esta semana”.

Ahora, una vez recuperado de las lesiones, espera no volver a lesionarse para poder rendir al máximo y ayudar al técnico y a los demás compañeros de la plantilla a sacar la actual situación adelante. Nosotros, asó lo esperamos y deseamos.