Aún no repuesto del golpe emocional que supuso la noticia del fallecimiento, querría expresar mediante lenguaje epistolar- la voz así no tiembla-, como era Valentín, Valen le decíamos los compañeros.

Compartí equipo en una maravillosa etapa de la vida, donde se rondan los veinte años. Un equipo glorioso de la histórica U.D. Santa Bárbara. Valen tenía unas cualidades inmensas para el deporte del fútbol, centrocampista que manejaba las dos piernas, las fintas, un gran regate, precisión en el pase, gran tiro, un cambio de ritmo maravilloso. Estoy convencido que hizo disfrutar, y mucho a los aficionados al fútbol de Toledo, y luego también de Sonseca y Fuensalida. Todos le querían en grado sumo, compañeros, entrenadores, y más difícil aún los rivales a los que se enfrentaba. Como anécdota comentaré que a Joaquín Caparrós- cuando estaba por Castilla la Mancha- le maravillaba su forma de jugar.

Como persona era asimismo excepcional, y trabajó mucho transmitiendo esa educación humana-deportiva en la escuela de Soliss- posteriormente Odelot-. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, hubo un tiempo que éramos rivales entrenando a equipos, pero uno siempre le admiraba. He coincidido muchas veces con su padre, cuando paseaba. Y siempre nos parábamos y le preguntaba por Valen. Desde aquí mi más sentido pésame a toda su familia, a sus padres les conocía más de cuando jugábamos juntos.

Es absolutamente seguro que deja una huella indeleble en todos los que le conocimos. Futbolísticamente fue uno de los grandes, de los mejores jugadores provinciales.

Valen, estar ausente no significa el olvido. Yo siempre te recordaré, y ahora te imagino con algún balón en el cielo. Estén todos seguros que ese balón recibirá un trato exquisito.


UN ABRAZO PARA TU FAMILIA


Rafa Pagés.