TEMPORADA 2010/2011: TOLEDO 0 – FUENLABRADA 0


El CD Toledo demostró superioridad en la medular pero no mordiente en ataque

Último ensayo antes de que llegue la hora de la verdad en la competición liguera

Crónica realizada por Alberto Molero, publicada en “El Día de Toledo” el 22 de agosto de 2010


Poco público en el Municipal “Salto del Caballo” de Toledo. Aproximadamente doscientos aficionados en las gradas en una noche agradable.

Alineaciones

CD Toledo: Saavedra, Carlos Martínez (Borgoñón, m.46), Cubi, Diego Carrillo (Rayco, m.72), Diego Ramírez, Butra (Javi Fernández, m.46), Víctor, Alberto Martín (Seraphin, m.60), Salva (Dani Alonso, m.60) y Ureña.

Fuenlabrada: Basilio, Jesús, Josué (Sergio, m.46), Marcos Mauro, Dani Hernando, Mancera, Rubén Fernández (De Lerma, m.70), Noé, José Morales (Aarón, m.84), David Lago y Bravo (Aguilar, m.62)

Árbitro

Vizuete Sánchez, asistido en las bandas por Vargas Martínez y Navarro López. Tarjetas amarillas para los locales Alberto Martín y Salva, y para los visitantes Josué y David Lago.

Comentario

Los de Serna terminaron ayer su último ensayo antes de que llegue la hora de la verdad. El partido, para los verdiblancos, fue de más a menos, dejando poco a poco a un lado la mordiente que se espera de este equipo a lo largo de la competición. Los mejores momentos llegaron para los locales cuando los integrantes de la medular dieron rienda suelta a su imaginación, marcando las diferencias sobre el Fuenlabrada, quien se limitaba a cortar el juego y a presionar la mayoría de las veces con más pundonor que acierto.

Una jugada de Víctor, que Ureña remató sin demasiada fortuna, en el minuto 36 de la primera parte, fue lo más destacado de los primeros 45 minutos, además de ver el debut de uno de los cedidos por el Puertollano, Ureña, el cual dejó buenas sensaciones entre los aficionados. La puesta de largo de Rivera tendrá que esperar, tras lesionarse, aparentemente sin demasiada importancia, durante el calentamiento.

En la segunda parte poco cambiaron las cosas. Mucho juego del centro del campo, sin profundidad alguna, y un conjunto madrileño que llegó a Toledo “de paseo”, y que hacía demasiado poco para subir al ataque, eso sí, en las postrimerías del partido cerca estuvo de llevarse el encuentro gracias a acciones aisladas que finalmente no dieron su fruto.