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Redacción
16/09/2021
1982: FELIPE TELLO.
 
Foto ilustrativa del artículo
 

FELIPE TELLO


Felipe Tello, después de su adiós al Santa Bárbara: “Estoy cansado de las injusticias y de las incongruencias del fútbol”

Entrevista realizada por Alfonso García, publicada en el diario “Ya” el 20 de junio de 1982



Después de ocho temporadas en el mismo equipo, se ha cansado y se ha ido. Durante ocho temporadas ha conocido de todo: logró ascender, descendió, conoció a cientos de jugadores, se enfadó, se alegró y entrenó, como él dice, “al mejor club del mundo”. Ahora, pese al cansancio que produce soportar durante toda la temporada tensiones y emociones, no se pierde ni uno solo de los partidos que Televisión Española ofrece del Campeonato Mundial de Fútbol. Las preocupaciones y quebraderos de cabeza para dilucidar la táctica a emplear, o la intranquilidad y el desasosiego por la incertidumbre de “qué pasará mañana frente al Sonseca, Fuensalida o Miguelturreño”, ya no existen. Para algunos jugadores es el mejor entrenador del mundo. Otros piensan que no es bueno y que les ha dado pocas oportunidades. Se dudad de si es un gran entrenador o no. Lo que está claro, para todos, es que el fútbol ha perdido, al menos de momento, a un señor, con sus virtudes y sus defectos, con mayúsculas, de esos que quedan tan pocos en nuestro fútbol. El caballero en cuestión se llama Felipe Tello, ex entrenador de la UD Santa Bárbara, padre de familia, profesor, afable, simpático, adivino, artista, sincero…

En su casa, entre el Perú-Camerún y el Escocia-Nueva Zelanda, tuve tiempo de hablar del pasado, del presente y del futuro con Felipe Tello. El punto de partida de nuestra conversación fue la cerámica, luego, su última temporada como entrenador.

-No ha podido tener usted una mejor despedida. La temporada ha sido fenomenal.

-Sí, ha sido bonita, muy bonita. Ha sido el colofón extraordinario a ocho años como entrenador.

-Se dice que, sin lugar a dudas, ha sido su mejor temporada.

-Ha habido tres grandes temporadas pero, en general, creo que ésta ha sido la mejor. He tenido todo: satisfacciones, buenos jugadores, apoyo… Hemos llegado muy lejos en la Copa de Aficionados, hemos estado siempre en los primeros puestos de la tabla, estoy contento, muy contento.

-Precisamente ahora que se respira un ambiente tan triunfalista, y después de haber realizado una sensacional campaña, usted se marcha, pese a los ruegos para que continuara, y después de ocho temporadas en el mismo club.

-Me voy, sí. Creo que he batido un record de permanencia en estas categorías regionales. He tenido buenas y malas temporadas y nunca han puesto en duda mi continuidad. De momento, mi marcha del Santa Bárbara es definitiva, aunque tal vez, si el gusanillo del fútbol me alborota demasiado, algún día regrese.

-¿Al fútbol o al Santa Bárbara?

-Mi vuelta sólo sería posible en el Santa Bárbara, y volver a este gran club resulta difícil. En el Santa Bárbara no se echa a los entrenadores, y ahora está Gargolla.

-Vamos, que en cierto modo está arrepentido de haberse marchado, y si no fuera porque Gargolla y el club han llegado a un acuerdo, usted todavía continuaría.

-Les he dicho a los directivos que les puedo ayudar cuando quieran. Gargolla durará en el Santa Bárbara todo lo que él quiera durar. Entrenar al Santa Bárbara es un honor. Tiene cantera, tiene personas dirigiendo y tiene solvencia.

-Vamos a dejar momentáneamente al Santa Bárbara y vamos a hablar del fútbol en general. Durante sus ocho temporadas en el club toledano usted ha conocido cosas buenas y algunas menos buenas. A la hora del adiós ¿Para quién es su mejor recuerdo?

-Para mucha gente. El fútbol me ha deparado muchos amigos. Gracias al fútbol he conocido a mucha gente. El fútbol me ha dado popularidad –gracias a los medios de comunicación- y alegrías. Para mí el balance es totalmente positivo.

-¿Y lo peor?

-Hay muchas cosas tristes: injusticias, malos modos… La Federación y el Colegio de Árbitros cometen demasiadas injusticias. No siempre vence en el fútbol el mejor. Está claro que el equipo que, con un poco de calidad –sólo un poco- quiera el Colegio de Árbitros que logre un ascenso, lo consigue. Esta temporada ha sucedido esto con el Miguelturreño. Al Fuenlabrada no le ha hecho falta la ayuda de los árbitros, tenía demasiada calidad y demostró con creces ser el mejor. Resulta injusto que un señor vestido de negro, la mayoría de las veces sin mala fe, pueda destrozar el trabajo de todo un equipo por culpa de su manifiesta incapacidad para dirigir un encuentro.

-¿A su equipo le han perjudicado muchas veces?

-Muchas. Demasiadas. Sin irme a otras temporadas, citaré esta última. En Villaluenga, un señor de negro nos destrozó. El Asland nos rompió medio equipo sin que el árbitro lo impidiera.

-Pero los problemas con los árbitros sólo los ha tenido el Santa Bárbara en el último tercio de la Liga.

-Nuestros problemas con los colegiados comenzaron a raíz de la clausura del Carlos III. Hasta entonces nadie nos perseguía, desde entonces nos hicieron la vida imposible, y a eso no hay derecho.

-Otra de las espinas de Felipe Tello es el Fuensalida ¿No?

-No tengo nada contra el Fuensalida. Ahora mismo, para mí, sería una enorme satisfacción que el Fuensalida lograra ascender. Contra el Fuensalida no tengo nada, lo tengo contra ese grupo de señores que dejan mucho que desear, y siempre están incordiando, y ese grupo de incontrolados y bárbaros existe, por desgracia, en casi todos los pueblos, no sólo en Fuensalida.

-¿Los mejores del fútbol, quiénes son: los jugadores, los directivos o los técnicos?

-Sin lugar a dudas, los jugadores. Por lo general, son todos buenos. En lo demás hay de todo. Existen buenos, regulares y malos entrenadores, y lo mismo pasa con los directivos.

-Y en el Santa Bárbara ¿Quiénes son los mejores?

-El Santa Bárbara es la excepción. Todos son buenos. Los jugadores son excepcionales, amateurs cien por cien, y nobles. Los técnicos del club tienen solvencia, y los directivos son punto y aparte. Como ellos no quedan en ningún club.

-A pesar de que la UD Santa Bárbara es un gran club, usted se marcha ¿Por qué?

-Sencillamente porque estoy cansado de las injusticias e incongruencias del fútbol. Me duele que a un jugador con diecisiete años se le rompa una pierna impunemente y no se castigue al agresor. Me voy porque no hay derecho a que algunos señores que se visten de negro tengan poderes para destrozar impunemente el trabajo de un equipo.

-En conclusión, los árbitros son los culpables de muchos de los males del fútbol.

-Sí, por supuesto. Cuando ascendimos hace algunas temporadas se volcaron de forma desmesurada con nosotros incompresiblemente. El año pasado nos acribillaron y nos obligaron a descender, y esta temporada nos han machacado.

-Imagino que será por alguna razón.

-El problema radica en que hacen árbitro a cualquiera. Algunos no tiene facultades ni cualidades para poder dirigir un encuentro de fútbol. Por eso sucede lo que sucede. El fútbol está en manos de muchos incapacitados.

-Y al margen de los árbitros ¿Cuál ha sido su mayor decepción?

-Haber perdido, de la forma que perdimos, frente al Rayo Vallecano en la final de la Copa de Castilla de Aficionados. Faltaban pocos minutos para el final, acariciábamos el título… y perdimos.

-¿También por culpa de los árbitros?

-No. Por culpa de un fallo estrepitoso, del que nadie es culpable. Fue una circunstancia desagradable.

-De entre todos los malos árbitros que usted recuerda ¿Habrá alguno por el que sienta un peor recuerdo?

-En efecto. Hay un árbitro al que nunca olvidaré. Se llama De Coz Mena. A mí nunca me habían mostrado ninguna tarjeta, y este señor, en Torrijos, el año pasado, después de habernos obsequiado con un incalculable número de injusticias, después de sancionarnos con varios penaltis que no lo fueron, de pasarse el encuentro hablando amigablemente con los jugadores locales, tuvo la osadía de mostrarme la tarjeta roja.

-¿Y cuál ha sido el peor jugador que ha tenido usted enfrente?

-Nieto, el del Asland. No soy yo sólo el que piensa así. He coincidido con media docena de entrenadores y para ellos también Nieto es un jugador que no merece seguir jugando al fútbol. Tiene demasiada maldad, y lo mejor que podría hacer es abandonar el fútbol. Lo que este jugador hizo con Guti no tiene nombre.

-Usted me ha hablado de los entrenadores, de los jugadores y de los árbitros ¿Qué me dice de los directivos?

-Sobre este tema prefiero callar. Es mejor.

-Volvamos al tema de su marcha. Se va y deja un equipo que ha sorprendido a propios y extraños durante la pasada temporada, y todo apunta a que la próxima, con Gargolla, se podrá repetir, cuanto menos, los éxitos de esta temporada ¿Cómo ve el futuro del Santa Bárbara?

-Con optimismo. Gargolla tiene ahora una difícil papeleta. Creo que para la próxima temporada van a seguir casi todos los jugadores que han estado esta pasada. Se van a incorporar algunos juveniles con muchísima calidad (Tocano, Servilio, Canorea, Braojos…). Gargolla tendrá que hacer un equipo de once jugadores partiendo de una plantilla que derrocha calidad. Pienso que la próxima temporada se puede hacer un mejor papel que el realizado en esta pasada.

-Ahora sólo queda por realizar un breve balance. Usted ha conseguido grandes triunfos y ha sufrido estrepitosas derrotas. Con el corazón en la mano ¿Se ha equivocado muchas veces?

-Muchas, tal vez muchísimas, pero creo que he acertado más veces. En mis dos actividades –como profesor y como entrenador- he tenido fallos y aciertos. Tanto como profesor como entrenador he encontrado problemas muy parecidos. La enseñanza y el fútbol son semejantes. Si un niño es bueno en el colegio y saca buenas notas, todos dicen “es que el niño es fenomenal”. Si un equipo juega bien y triunfa, dicen “es que los jugadores son magníficos”. Cuando el niño saca malas notas y no va bien, dicen que el profesor no le entiende y que no sabe enseñar.

Lo dicho: un SEÑOR, con letras mayúsculas, se va del fútbol. A lo peor, el gusanillo no le pica y no volvemos a verlo en los banquillos que hay por esos campos de Dios.


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