OCAÑA


Ocaña, jugador de la UD Santa Bárbara: “Estoy contento porque es un club serio y responsable”

Después de cinco temporadas en el CD Toledo, fichó por la UD Santa Bárbara

Entrevista realizada por Ignacio Moreno, publicada en el diario “El Alcázar” el 30 de octubre de 1981


Más de uno de preguntará qué es lo que ha pasado con Ocaña. La respuesta es bien fácil: al igual que al entrenador del CD Toledo, Paulino Lorenzo Martín Rodríguez, le han engañado y le han manejado, pero eso es algo que no nos extraña de los dirigentes del Toledo. Como todo el mundo sabe, el ex capitán toledano ha entregado los mejores años de su vida deportiva aquí, en el equipo verde y, sin embargo, poco o nada ha recibido a cambio, si bien ahora puede estar satisfecho, porque un club serio como es la UD Santa Bárbara, y con unos dirigentes que vienen a trabajar y a intentar hacer las cosas lo mejor posible, se ha interesado por sus servicios. De profesión maestro industrial, Ocaña es un hombre que no tiene que agradecer nada a nadie, sino que todo lo que tiene se lo debe a él mismo y, si acaso, a todos aquellos que a la hora de la verdad le han querido ayudar, que nadie más se intente colgar ninguna medalla, que por su propio peso, sin lugar a dudas, se caería. Además, todos nos vamos conociendo y a poca gente podrá seguir engañando el señor Barrientos.

-Todo es basura y todo está podrido…

-Efectivamente, pero es que también, Ocaña, estáis acostumbrados a que os pisen, y lo tuyo ha sido también por falta de personalidad, porque estoy seguro que tú sabías muchas cosas que estaban sucediendo en el Toledo y no te has atrevido a decir nada…

-Es verdad, pero también tienes que comprender que me tenían agarrado, y en el momento en que me hubiera puesto en contra del presidente ya sabes a dónde hubiera ido. A mí me ha tenido pillado con ochocientas mil pesetas.

-Pero ese dinero es tuyo.

-Es mío, pero si quiere no me lo paga. Ha habido momentos en que el presidente me podría haber dicho “tírate al agua”, y hubiera tenido que tirarme. En realidad me han prometido muchas cosas y luego nada.

-Pero si sabes que esas promesas no se iban a cumplir…

-A Barrientos, antes de entrar de presidente, no le conocía, si bien es verdad que estuvo anteriormente con Ballesteros, y ahí es donde empezó a hacernos propuestas, diciéndonos que si Ballesteros se iba, era cuando el Toledo iría mejor, que si él salía de presidente sería lo mejor para todos, y lo cierto es que al principio sí vimos un duro, yo no sé cómo se las apañó, pero así fue, aunque posteriormente eso se acabó y empezó la debacle. Se empezaron a amontonar grandes sumas de dinero y realmente te tenían cogido.

-Sin embargo, Ocaña, esta situación se veía venir ¿No?

-Por supuesto, hace cuatro o cinco meses que lo estaba viendo, si no ¿Por qué te crees que cogí lo de los abonos? Porque si no lo hago no veo un duro. Así, por lo menos, he conseguido doscientas mil pesetas, y todavía me deben noventa y ocho mil, aunque no las voy a cobrar por el asunto de la carta de libertad y, por tanto, me olvido de ellas.

-¿Cuántas temporadas has estado en el Toledo?

-Cinco años.

-Al principio no había problemas ¿No es así?

-Claro, e incluso se estaba bastante bien y se podría decir que no podía tener queja en absoluto, pues date cuenta de que el primer año, cuando yo estaba haciendo la mili, me pagaban bastante bien.

-¿En qué condiciones viniste al Toledo?

-Llegué aquí comprando al Valladolid la carta de libertad, que me costó trescientas mil pesetas.

-Empezaste con Ballesteros ¿No?

-Efectivamente.

-¿Y cuál es, a tu juicio, la diferencia entre ambos presidentes?

-Ballesteros era igual que Barrientos, pero con la salvedad de que aquél era más listo que éste. Por lo menos, te engañaba de una manera más diplomática, es decir, sabía tratar a la gente según su conveniencia.

-¿Qué piensas en estos momentos de Barrientos?

-En realidad no tengo palabras para calificarle.

-Ocaña ¿No piensas que el Toledo ha llegado a donde está gracias a la ineficacia de este hombre?

-Por supuesto. Ya sabes el ambiente que había estas últimas temporadas.

-Como decías antes, te han prometido muchas cosas y luego nada.

-Sí, y además cree que todo lo que soy se lo debo a él. Por otra parte, los cinco mejores años de mi vida deportiva los he dado al Toledo ¿Y qué es lo que he ganado? Pues tan sólo tres millones, es decir, nada en comparación con otros jugadores.

-Me imagino que te sentirás engañado ¿No?

-Totalmente, aunque te advierto que no me arrepiento, porque siempre que he hecho un contrato ha sido bien pensado, pues nunca he sido un pesetero, ya que lo que más me interesa en esto es el fútbol y las personas. Tienes que comprender también que me vine al Toledo estando en Segunda División en plantilla, lo cual, deportivamente, no me iba a suponer mucho, pero lo cierto es que me vine para tratar de ayudarle.

-¿Qué piensas de lo que le hicieron a Martín?

-Realmente con él se han portado muy golfamente, aunque crean ellos que han quedado bien. Martín era todo un caballero y no se merecía eso.

-Creo, Ocaña, que para que el Toledo vuelva a ser el que era y el que le corresponde por su categoría, debería de hacerse una renovación total por parte de estos directivos ¿No?

-Sí, por descontado, es necesario que se vayan.

-¿Cómo ves el futuro del Toledo en estos momentos?

-Como equipo, hay mucho más que el año pasado, y creo que deben de estar arriba con lo que tienen, pero si empiezan a tener los mismos problemas de siempre, muy difícil lo van a pasar.

-Una vez que acabasteis la temporada ¿Cómo se fueron desarrollando las cosas?

-Al final, mi caso quedó claro. Yo no entraba en los planes del Toledo para nada.

-¿Tú querías continuar en el Toledo?

-La verdad es que al término de la Liga hubo una serie de cosas personales que fueron la gota que faltaba para rebosar el vaso, y entonces ya empecé a pensármelo, si bien mi salvación fue entrar a trabajar en la Fábrica de Armas, lo cual ya me decidió para quedarme aquí.

-¿Cuánto te debían?

-Unas trescientas cincuenta mil pesetas.

-Y luego ¿Qué pasó?

-Pues fui allí al club, y ya habían pagado a casi todos, pero a mí me dijeron que no iba a ser todo para mí, que había cobrado un montón de dinero, pero es que ese dinero viene de dos temporadas, con lo que creo que queda bastante claro.

-Pero todo eso se puede demostrar.

-Por supuesto, pero él lo niega y dice que me ha pagado. Si yo hace dos temporadas hubiera denunciado como todos mis compañeros, no me hubiera pasado nada. Cuando pasó esto me dijo que si quería ese dinero que vendiera abonos. Es lamentable, pues es mi dinero, y ellos creen que me he beneficiado del Toledo, cuando es totalmente al revés. Esto es mi trabajo y ellos sólo lo tiene como diversión. Como te dije, al principio de esta temporada yo no entraba en los planes del equipo, porque Barrientos dijo en cierta ocasión en el club que a Ocaña le echaría a gusto del Toledo, y que si no me echaba era porque conocía a mucha gente.

-¿Y el entrenador qué opina al respecto?

-A Santacruz le hicieron no contar conmigo. La verdad es que hubo cierta persona en el club, que era el que más ganas tenía de que yo me fuera, y que es a la vez el culpable de muchas de las cosas que están pasando en el Toledo.

-¿Quién es?

-Félix Rodríguez del Castillo.

-Lo que es evidente es que ya han coaccionado al entrenador en un hombre que él quería en la plantilla.

-Sí, y lo peor es que ellos ficharon a jugadores para mi puesto. Lo que pasa es que al comenzar la Liga se torcieron las cosas. Santacruz contaba conmigo, pero ya era tarde.

-¿Qué ficha tenías el año pasado?

-Cincuenta mil mensual, que hacen medio millón.

-¿Qué pasó con lo de la carta de libertad?

-Después de que se rompieran las negociaciones con el Santa Bárbara, cuando ya se había llegado a un acuerdo, y después de un despacho del presidente del Toledo hacia el del Santa Bárbara, tuve que intervenir yo. Me citó el presidente del Toledo y allí me dio la carta de libertad.

-No obstante, parece ser que hubo algún problema en su despacho ¿No?

-Nada, simplemente que cuando tenía en la mano mi carta de libertad, hubo un pequeño forcejeo, pero nada más.

-¿Qué sabes de la supuesta denuncia?

-Hasta el momento no sé nada, aunque eso es lo que he oído por ahí, que me va a denunciar. De momento, lo único que puedo hacer es esperar y a ver qué pasa.

-A raíz de esto, ya decidiste definitivamente irte al Santa Bárbara ¿No?

-Sí, aunque esto lo tenía pensado desde hace mucho tiempo.

-Sin embargo, sabes que si bien vas a estar en un club mucho más serio y responsable, por parte de sus dirigentes, también es verdad que vas a ganar mucho menos dinero.

-Efectivamente, y ya te he dicho antes que no soy un pesetero del fútbol, pero lo prefiero, pues hay muchos factores que son tan importantes como el dinero.

-¿Cómo entraste a trabajar en la Fábrica de Armas?

-La verdad es que se dieron varias circunstancias. Un señor que estuvo aquí, en Toledo, fue uno de los que inició mi ingreso en la Fábrica de Armas, y luego he tenido la ayuda total de los directivos del Santa Bárbara, a los cuales les estoy muy agradecido, sobre todo con el presidente, Leonardo Magaz, y con el teniente Martín, que fueron ellos los que ultimaron todo.

-Me imagino que estarás contento ¿No?

-Por supuesto. Gracias a Dios todo se ha arreglado.

-Por otra parte, te sentirás desilusionado.

-Lo cierto es que, lamentablemente, he sufrido desengaño tras desengaño, pero también te puedo decir que tengo muchas ganas de volver a empezar.

-¿Cómo ves al Santa Bárbara?

-De muy distintas formas. Creo que es una familia muy humanizada y en todo momento tiene el apoyo de muchas personas. Ahora pienso que están todos bastante preocupados conmigo y sé que estoy respaldado por ellos, lo cual supone para mí una gran alegría y a la vez me da una fuerza moral, que en verdad necesitaba.

-¿Cuál es en tu opinión la diferencia sustancial entre el Santa Bárbara y el Toledo?

-Hay una diferencia abismal. Aquí se tratan de resolver todos los problemas y de dar todas las facilidades a los jugadores. Todo aquel que tenga una oportunidad de progresar, tiene la seguridad de que el club será el primero en apoyarle, y eso es muy bonito. Por otra parte, es muy distinto un club que tiene que aspirar a lo máximo, y el otro a trabajar una cantera, sin dejar a un lado las posibilidades que se puedan hacer realidad, pero con una perspectiva totalmente distinta.

Como decimos muchas veces, el tiempo es el juez inapelable que quita o da la razón. Una vez más, no nos equivocábamos con Ocaña. Sabíamos que tarde o temprano se la iban a jugar, aunque a la larga él ha salido beneficiado, porque no es lo mismo estar en el Toledo que en el Santa Bárbara. Las razones son evidentes.