TEMPORADA 2007/2008: MIGUELTURREÑO 0 – TOLEDO 1


El Toledo se llevó los tres puntos con un tempranero y solitario gol

Crónica publicada en el diario “Lanza” el 1 de octubre de 2007


Municipal de Miguelturra (Ciudad Real). Sexta jornada de liga en el grupo XVIII de Tercera Divisi6n. Césped en buen estado. Unas 500 personas, entre los que se hicieron notar unos cincuenta seguidores del club toledano. Guillermo Alcázar y Paco Moreno, Secretario Técnico y Director Deportivo del Manchego, respectivamente, presenciaron el encuentro.

Alineaciones

Miguelturreño: Orozco, Cruz, David López, Pinto, Raúl Martín, Raúl Serrano (Pedro, m.63), Sergio Rojas (Amores, m.78), Salva (Del Prado, m.71), César, Miguel y Marcos.

CD Toledo: Oliver, Javi Sánchez, Oscar Martín, Fariña, Padilla (Roizo, m.63), Dorado (Javi Martel, m.51), Barbero, Velasco, Pepe Domingo (Antonio, m.76), Elías y Escalada.

Árbitro

Collado López, asistido en las bandas por Baídez Sierra y Royo García. Amonestó a Sergio Rojas, Cruz y Serrano por el Miguelturreño.

Gol

0-1, minuto 2: saque de esquina que remata de cabeza Elías.

Comentario

El Miguelturreño aún es un alma caritativa y misericordiosa que se compadece de sus rivales. Un equipo piadoso y bondadoso en su juego que otorga favores y concesiones a quien juega contra ellos. Un mal que se ha dejado notar desde el comienzo de la liga y que ha elevado considerablemente el coste de la factura que está pagando.

El delicado fútbol de algunos futbolistas churriegos es inquietante. Su sutileza a la hora de tapar, presionar y meter el pie no contribuye a ahorrar concesiones a los rivales y, en consecuencia, resulta mucho más complicado ganar los partidos. Rehuir el choque, jugar sin fuerza y abandonar la bandera del coraje conduce a caminos poco deseados, y eso se deja notar en El Reño cuando algunos de sus jugadores escurren la responsabilidad de defender cuando hay que hacerlo y sólo asoman la cabeza cuando hay que lanzarse al ataque.

Es verdad que los churriegos van dejando de ser un equipo de sangre fría. Es cierto, que los de Juan Ángel Martín mostraron ayer una mejor imagen contra el Toledo; que el equipo estuvo mejor en defensa que en tardes anteriores, pero puede no ser suficiente si se adolece de bravura y se peca de dulzura.

La cordialidad con la que jugaron ayer algunas fases del partido hizo mucho mejor al Toledo de lo que realmente fue. Es más, atenuó que el equipo de Carlos Sánchez Aguilar acabara suspendiendo y le hizo más fácil un enfrentamiento que, de haber sido más belicoso, podría haber acabado con un resultado distinto.

Resultó una oportunidad perdida para el renacer, para vencer al líder, y echar sobre el pasado una cortina con la que tapar los malos resultados del comienzo de liga. Más, cuando el Toledo rozó la vulgaridad en su juego y se mostró como un equipo ramplón.

No lo será el conjunto capitalino, porque por algo ocupa las primeras posiciones de la tabla, sin embargo, ante el Miguelturreño estuvo parco de ideas, tanto, que su propio en entrenador no tuvo pudor en reconocerlo en la rueda posterior al encuentro.

Su entereza defensiva y el gol que se encontró a los dos minutos, obra de Elías, fueron suficientes para certificar lo mejor para ellos, el resultado y los tres puntos.

Sorprendió el espíritu conservador con el que saltó al terreno de juego el líder. Asombró que Sánchez Aguilar amoldara un equipo con dos líneas defensivas de cuatro hombres bien definidas que garantizaban la impermeabilidad de su portería y que sólo colocara un hombre en punta, Escalada, al que acompañaba por detrás Elías.

El diseño ofrecía dudas sobre el interés del club capitalino de llevarse los puntos del Municipal de Miguelturra, y así fue. Las dudas fueron muchas a lo largo del partido, y aunque la sinfonía atacante de los toledanos se multiplicaba cuando el balón estaba en su posesión, no tuvieron la destreza suficiente para sobrepasar la defensa churriega que, por fin, tuvo menos fisuras que en otras ocasiones.

El Miguelturreño optó por un sistema de juego algo más ofensivo, con un hombre la punta de la vanguardia, Marcos, al que acompañaban Salva y Raúl Martín, con el que intentaron sorprender los locales y, ocasiones tuvieron para ello, aunque, su juego tampoco pasó del discreto.

Con ocasiones para uno y otro equipo terminó una primera parte que dio paso a un segundo tiempo ñoño en fútbol, en el que sólo hubo que destacar algunos acontecimientos muy ocasionales que pudieron cambiar el resultado del marcador.

Uno de ellos fue un tiro cruzado de Velasco, en el minuto 79, que salió ajustado al palo y con el que el Toledo pudo hacer el 0-2, y otros hechos relevantes fueron los dos claros penaltis a favor del Miguelturreño que, en tiempo de descuento, no quiso pitar el colegiado y que le hubieran dado la posibilidad de ser acreedores de un mejor premio a los locales.

La polémica se hizo evidente en el Municipal cuando en dos jugadas, casi consecutivas, jugadores y aficionados reclamaron el castigo máximo en dos acciones por manos dentro del área, una circunstancia que el colegiado obvió y dejó sin señalar.