TEMPORADA 1949/50: TOLEDO 2 – IMPERIAL 1


El Toledo venció al Imperial

El equipo local superó en nervio y juego al equipo murciano

Luengo y Yonete fueron los autores de los tantos. Éste y Zori, las figuras del encuentro

Crónica realizada por Antonio de Ancos, publicada en el diario “El Alcázar” el 12 de junio de 1950


Ayer quedó roto el maleficio. Nuevamente el Toledo, sin hacer un partido extraordinario, volvió a ganar el encuentro jugado en Palomarejos, como confirmación de la buena impresión causada el domingo anterior en Ceuta.

El tanteo de 2-1 podrá parecer otra cosa, pero la realidad es que el equipo local superó en clase, nervio y entusiasmo al equipo murciano, al que vimos muy por bajo de otras actuaciones.

Por premura del tiempo y del espacio no podemos extendernos hoy como nosotros quisiéramos, pero ello no ha de ser obstáculo para proclamar y destacar el buen juego realizado por nuestro conjunto en la primera parte y por el entusiasmo derrochado en todo momento por Zori y Yonete, las dos figuras del encuentro en la tarde de ayer.

Así se defiende un partido

A Zori le hemos visto hacer el mejor encuentro de la temporada; anular a un delantero centro como Marianín, no es tarea fácil y suponemos que si antes del encuentro ya había manifestado que para él el defensa central más peligroso era Zori, ayer, después del partido, corroboraría sus afirmaciones. Zori cumplió con su misión a rajatabla y de una manera portentosa, sin una brusquedad, además, y con un dominio de sus facultades que le permitían multiplicarse, ayudando a Campos o a Sanz, singularmente a este último, cuando lo necesitaban. Así se defiende un partido y se conquista un puesto para la próxima temporada. Zori, que todo lo da en el campo y al que otras veces le hemos criticado sus marrullerías, merece hoy nuestro más sincero elogio, y por eso se lo tributamos.

El chaval también progresa

Pues sí, señores, el chaval también progresa. Nos o confirmaron desde Ceuta y ayer l pudimos apreciar todos en Palomarejos. Yonete ha aprendido muchas cosas buenas en poco tiempo. Ayer jugó en plan de veterano casi; se internó con esa endiablada rapidez de sus portentosas piernas y nos obsequió con un gol de los que merecen una fotografía de Flores, y todavía hizo cosas mejores: pasar con temple, intuir la jugada y no volver nunca la espalda ante las duras tarascadas de la defensa contraria. Siguiendo por ese camino es fácil que haya pronto ascenso; todo depende del interés que siga poniendo en los partidos que quedan y en los que jueguen en la próxima temporada.

El equipo carburó bien

El mejor elogio que podemos hacer del equipo es que carburó bien, en líneas generales. Se mantuvo en un tono de regularidad, en el que sólo flojearon el defensa Sanz y Rubichi a la hora del pase, así como Ávila, un tanto inseguro de un tiempo a esta parte. Larrubia cumplió de extremo, aunque no nos hizo olvidar a Florencio, y todos pusieron nervio y coraje durante los noventa minutos. A estas horas no se puede pedir más a los dos interiores, estamos convencidos de ello. Sanz y Luengo batallaron no de la forma brillante de otros encuentros, pero se movieron más que en otras ocasiones.

El Imperial

Sinceramente ha sido e equipo más flojo que ha desfilado por aquí en el torneo de la Liguilla. Se marcó bien a su delantero, y la línea de ataque quedó rota por su columna vertebral. Los medios volantes fueron los mejores, sin destacar gran cosa. Encajó solamente dos goles, pero la verdad es que debió llevarse media docena.

Alineaciones, goles y arbitraje

A las órdenes del señor Guerra, los equipos presentaron las siguientes alineaciones:

Imperial: Ayllón; Escámez, Lemus, Valera; Pedreño, Roca; Rodríguez, Sornichero II, Marianín, Oliveros y Sornichero I.

CD Toledo: Ávila, Campos, Zori, Sanz; Gómez, Rubichi; Larrubia, Sanz, Sauer, Luengo y Yonete.

Durante casi toda la primera parte dominó netamente el Toledo, siendo una lástima que tres o cuatro remates de Sauer no llegaran a la red. La delantera ligó preciosas jugadas, y en una de ellas, por el lado de Yonete, éste centró, y Luengo, sobre la marcha, empalmó un tiro cruzadísimo que batió al portero, a los veintitrés minutos de juego. El Toledo forzó siete saques de esquina en esta parte, sin que lograra alterar el marcador.

En la segunda parte, el viento soplaba fuertemente en contra de la portería local, pero Zori se impone de una manera rotunda, cortando todo intento de infiltración imperialista. Hay un pase de Rubichi a Yonete, y éste, sobre la marcha, empalma un tiro cruzadísimo que da en la arista del poste y entra hasta la red, a los veinte minutos de juego. Sigue presionando el Toledo, pero no tiene suerte en los remates.

Cuando faltan tres minutos para terminar el encuentro, hay una falta contra el Toledo, la saca el medio derecha y Sornichero II lo clava de cabeza en la red, descolocando a Ávila, que se había lanzado a blocar la pelota.

El final del encuentro llega si variación en el marcador. El arbitraje del señor Guerra, discreto e imparcial.

Los destacados

Aún cuando ya los hemos mencionado, cabe destacar nuevamente el gran encuentro hecho por Zori y Yonete, al mismo tiempo que mencionar el pundonor y la briosidad de Sauer, la buena voluntad de Gómez y Larrubia con Campos.