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Luis Cardeña Gálvez
22/10/2020
TEMPORADA 1949/50: TOLEDO 2 – IMPERIAL DE MURCIA 1.
 
 

TEMPORADA 1949/50: TOLEDO 2 – IMPERIAL DE MURCIA 1


El Toledo venció merecidamente al Imperial en Palomarejos (2-1)

Todo el equipo jugó con el mayor entusiasmo, aunque Novo falló como extremo

Luengo y Sauer marcaron los dos tantos locales

Crónica realizada por Antonio de Ancos, publicada en el diario “El Alcázar” el 16 de enero de 1950



Para justificar la afirmación de nuestro título es necesario determinar en las primeras líneas de esta crónica que el resultado del marcador no refleja –una vez más- los méritos de nuestro equipo, que si quizá tampoco debió obtener mayor ventaja en este encuentro, sí pudo haberla conseguido con una gran facilidad en el momento que no hubiera presentado una delantera mutilada por el lado derecho.

El Toledo mereció ganar el encuentro porque jugó para ello a base de un entusiasmo, de un coraje y de una rapidez sobre todo, que hubiera sido una injusticia que el encuentro se hubiera perdido o empatado cuando su enemigo tampoco había realizado ninguna cosa extraordinaria. El triunfo de ayer, a pesar de ser por la mínima diferencia, satisfizo plenamente a todos los espectadores, más que por el mismo resultado, por la forma y modo en que se había conseguido, tras una disputadísima contienda, en la que los nuestros llevaron la mejor parte por la poderosa razón de que no se dejaron dominar por el contrario, no sólo en calidad de juego, sino tampoco de esas otras virtudes que son base y sostén de todo equipo que quiera mantenerse en plan de campeón.

El mejor partido de Florencio

Yo estoy seguro, y lo estará conmigo toda la afición, de que a estas horas no tendríamos que haber escrito este preámbulo de justificación de haber figurado Florencio en el ala derecha de nuestra delantera. La victoria hablaría por sí sola, como hubieran cambiado, por lo menos, tres o cuatro goles más registrados por el marcador de haber jugado el extremo derecha titular.

Para nosotros, éste ha sido el mejor partido que ha jugado Florencio. Fue ayer cuando quedó bien manifiesto lo que él es para la delantera y para el equipo. No jugó y triunfó de la manera más rotunda, como fracasó el pobre Novo, a quien el más completo desacierto le llevó a resaltar más la ausencia del titular.

Para quienes en el descanso vimos cómo el pundonoroso Novo se deshacía en lágrimas en reconocimiento de su propio fracaso no nos es lícito hablar de sus fallos y desaciertos, sino atribuir a la desgracia lo que de otra manera no tendría ninguna explicación, porque la verdad es que el suplente tiene bastante más juego de lo que ayer le vimos.

El aficionado la hubiera gozado ayer viendo a Florencio dando sal y alegría a una delantera que tenía pendiente un noble duelo de rivalidad con la de enfrente, y contemplando a todo el equipo completo en todas sus líneas y con el decidido empeño de superarse a sí mismos, hasta haber cuajado un partido que hubiera sido memorable. Pero nuestro extremo hubo de ser intervenido a causa de unos granos, y quiera Dios que esté en condiciones de poder reaparecer en Alicante.

El equipo murciano

No habíamos visto al Imperial hasta hoy. Y sinceramente hemos de proclamar que ha sido equipo que ha pasado por Palomarejos en la presente temporada. Para calificarlo así hay que tener en cuenta la clase de partido que ayer realizó el Toledo, y después dar el dictamen definitivo, sin fijarse para nada en el resultado del marcador, de la misma manera que no nos fijamos al proclamar que el Toledo hizo un gran encuentro aunque ganara por la mínima diferencia.

El filial del Murcia es todo un señor equipo, preparado físicamente a las mil maravillas y con una armazón de técnica y rapidez en todas las líneas, que le hacen ser un peligroso rival en el momento que se descuide el marcaje de hombre por hombre a cada uno de sus elementos. Quizá sea la línea delantera la más espectacular, pero no es menos eficiente su línea media, ni menos práctica su línea defensiva, singularmente por la zona central, donde la no pequeña talla de Lemos es un difícil valladar de salvar.

Todo el equipo domina el pase sobre la marcha, su delantera sabe “picar” los balones y el ala derecha de su ataque se entiende a las mil maravillas. Ayer no la vimos tirar a puerta. Si acaso, media docena de veces, de ellas, cuatro Ávila actuó con el mayor acierto, y una les valió su único tanto. Pero ya hemos dicho antes que el Toledo marcó implacablemente y que ello fue la causa de que no luciera tanto su juego como el del San Javier, por ejemplo. No obstante, es un excelente conjunto. Su mejor condición es que deja jugar y que no apela nunca a la dureza o a la brusquedad para imponerse.

El Toledo

Valía la pena hacer a cada jugador su crónica. Y se la vamos a hacer, en honor al entusiasmo que pusieron y a la categoría del partido.

Ávila. Tuvo un solo fallo en una salida un poco a destiempo, pero hizo tres paradas que quedaron rubricadas en nuestro “block”, singularmente la última, en los tres últimos minutos del encuentro y en una rápida internada del extremo izquierda con un disparo cruzadísimo que pudo desviar a corner en una estupenda estirada muy espectacular. Muy valiente. El gol era imparable desde el primer momento, lo detuvo y se le escapó de las manos, introduciendo él mismo la pelota al intentar atraparla.

Campos. Muy bien colocado toda la tarde. Rápido, seguro y enormemente eficaz.

Zori. Dentro del sobresaliente para los demás, reservamos una matrícula de honor para nuestro defensa central. Anuló durante toda la tarde a Marianín, se multiplicó siempre que hizo falta y todas sus intervenciones lleváronle sello y la característica del pundonor y de la valentía.

Sanz. Al lado de Zori, otra distinción especial. Despejó siempre con seguridad y potencia, impuso respeto al ala más peligrosa del Imperial, y no tuvo ni un solo fallo.

Larrubia y Rubichi. Fueron dos firmes puntales del equipo. Los dos volantes bregaron incansablemente. El capitán tuvo sobre sí la ardua misión de bajar incluso al terreno de Novo para jugar, a veces, de extremo, y se multiplicó para poder cumplir en su zona. Rubichi lució algo más porque tenía la ayuda de Luengo. Cortó más que ningún día y ligó con los delanteros a las mil maravillas. Es el mejor encuentro que le hemos visto hacer. Esto, unido a la gran voluntad que siempre pone, le hizo acreedor a las ovaciones que escuchó a lo largo de todo el encuentro.

En la delantera ya hemos dicho que Florencio hizo su mejor partido… y con esto decimos más que bastante de lo que hizo Novo. Sanz batalló en el primer cuarto de hora en plan de conductor, luego de enlace en la retaguardia. No tuvo suerte en el disparo, pero puso su mejor empeño.

Sauer, muy controlado por el defensa central, harto hizo con tenerle en jaque toda la tarde. Deshecha la línea de ataque por la ausencia de Florencio, hubo de multiplicarse de un lado para otro, y su gol, de un gran disparo desde fuera del área, le hace merecedor a otra de las distinciones especiales.

Luengo es mucho Luengo, cuando tiene ganas de jugar. Y ayer las tuvo. Ello quiere decir que nuestro interior izquierda cumplió con su misión y estuvo siempre con el gatillo abierto para aprovecharlo en la menor oportunidad. La primera no fue muy afortunada, pero poco después había de marcar un tanto, que fue un verdadero primor, tanto por su ejecución como por lo de visión y pericia tuvo la jugada.

Y nos resta tan sólo el “benjamín”, Yonete. El joven extremo hizo uno de sus ya clásicos partidos. Estuvo muy marcado toda la tarde, pero sus piernas de gamo son capaces de dejar atrás al medio más veloz, y su valentía le lleva como una flecha hacia el gol. No tuvo ocasión de tirar, pero por su ala, la única existente, fue por donde vinieron todos los peligros para la meta murciana.

Y tras este breve análisis de la labor de cada uno, nuevamente el elogio general para todos por el entusiasmo y el denuedo puesto en la contienda. Para nuestro gusto el trío Zori, Rubichi y el defensa Sanz, fueron la base de todo el sistema defensivo, firmemente mantenido por medio de un estrecho marcaje de los dos defensas y de la extraordinaria movilidad del pequeño y veterano volante.

Los equipos, goles y arbitraje

Palomarejos registró la mejor entrada de la temporada. Los equipos salen al campo en medio de una ovación, que sube de tono en el momento de saludarse ambos equipos y hacer entrega del banderín al capitán del Imperial. Escoge campo el Toledo en contra del sol.

En los primeros instantes hay dos jugadas, por el ala derecha del Toledo, a punto de convertirse en tantos. Sanz tira fuera en la primera, y Sauer, en la segunda. Replica el Imperial y fuerza el primer corner, sin consecuencias. El Toledo contesta ahora, y Yonete se interna, lanzando un buen disparo, que sale alto rozando el larguero. Avance del Imperial y buena parada de Ávila. Una falta contra el Imperial la tira uno de nuestros medios, rechaza en un contrario, y Larrubia envía hacia delante, internándose Luengo, quien de forma imparable marca el primer tanto. Hasta el minuto veintiocho, ligero dominio local, con una escapada por parte del Imperial, que termina con un buen disparo de Mariano, blocado magníficamente por Ávila. Cuando falta casi un cuarto de hora para terminar esta primera parte, hay un avance por el ala derecha, retrasando el extremo hacia el centro, donde Olivares tira muy colocado sobre la puerta, Ávila detiene el balón, pero no puede blocar, y al intentar hacerlo lo introduce dentro de la portería. Hasta el descanso, nada de particular, a excepción de una “melé” ante la puerta del Imperial, que está a punto de convertirse en tanto, pero sin resultado.

Tras el descanso, y a los ocho minutos, Sauer coge una pelota en el lado derecho, se interna un poco, y desde fuera del área lanza un soberbio cañonazo, que se convierte en el segundo gol local.

A partir de este instante, el Imperial decae un poco, nuestros medios y defensas se imponen en el campo y hay una acentuada presión sobre la meta murciana, pero sin consecuencias. Cuando faltan dos minutos para terminar, escapa el extremo izquierda del Imperial y tira un balón muy cruzado, que Ávila salva “in extremis”.

Se llega al final sin variaciones en el marcador, porque no creemos que los imperialistas sean tan ingenuos que protestasen con alguna esperanza aquel balón que entró cuando ya había señalado el final del partido y nuestro guardameta y defensas dejaron pasar por las buenas.

El arbitraje del señor De la Fuente fue de lo mejor que hemos visto por Palomarejos. Enérgico, imparcial, rápido y flexible en las manos invluntarias.

Los equipos presentaron las siguientes alineaciones:

Imperial: Sama; Roca, Lemos, Salvador; Bienvenido, Pedreño; Vicente, Sornichero II, Marianín, Oliveros y Sornichero III.

CD Toledo: Ávila; Campos, Zori, Sanz; Larrubia, Rubichi; Novo, Sanz, Sauer, Luengo y Yonete.

Resumen

Buena entrada, buen partido, excelente actuación del equipo y no menos la de la afición, que en todo momento supo alentar al equipo. Un “día del club” memorable, que puede ser la conquista del título de campeones del grupo.


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