TEMPORADA 1949/50: CIEZA 2 – TOLEDO 2


El Toledo logra un meritísimo empate en Cieza (2-2)

Luengo y Sauer fueron los autores de los tantos

Crónica publicada en el diario “El Alcázar” el 12 de diciembre de 1949


Otra jornada fuera de casa sin conocer la derrota. El Toledo se ha empeñado en llegar en plan de campeón al final de la primera vuelta, y lo va a conseguir con todos los honores.

El empate conseguido ayer tarde en Cieza habla bien a las claras de su moral de triunfo y del entusiasmo de su jugadores, juntamente que de la clase de su juego. Remontar por dos veces un tanteo adverso no es cosa tan fácil, singularmente en campo contrario y cuando el enemigo está empeñado en conseguir la victoria ante un adversario tan calificado como nuestro equipo.

Día del Club

Prueba el hecho de que es reconocida la clase y superioridad de nuestro equipo, que allí donde ve es el equipo elegido para nombrar el ‘Día del Club’.

Y ya sabemos todos que es singularmente ese día cuando el equipo local se crece, cuando hay mayor ambiente en las gradas y cuando son mayores las dificultades para el equipo que se considera como superior.

Pero el Toledo no es el Toledo de otras temporadas. Hoy saben de antemano cómo ha de jugar cada partido y lo que necesita para no es arriesgar los dos puntos del mismo. Así pudo responder a la expectación que había por verle y traerse un punto positivo más de los que aumenta sus posibilidades ce campeón del cuarto grupo.

Hay que hacer constancia que, contra los prejuicios existentes, tanto la afición de Cieza como su Directiva y los mismos componentes del equipo hicieron gala de corrección y de atenciones con nuestro equipo. Vaya por delante este reconocimiento caballeroso por nuestra parte, como el de una deuda de hospitalidad y de deportividad de la que son acreedores el día de su visita a nuestro campo.

Con el cerrojo echado

El Toledo jugó en plan defensivo. No quiso aventurar el encuentro desde el primer instante y decidió jugar con tres defensas en línea y con los tres medios, dando orden a los interiores para que jugaran más bien en plan de enlaces defensivos que de otra cosa, dejando a los dos extremos y a Sauer dispuestos para la escapada.

Como es lógico, el equipo fue dominado, pero la defensa respondió serenamente y con seguridad en cada uno de sus hombres, sin que se notara la ausencia de Zori, sustituido con el mayor acierto por Novo. Ellos llegaron siempre a marcar antes, pero también entonces supo el Toledo responder adelantando a uno de los interiores y en dos ráfagas de su juego característico conseguir el empate dos veces consecutivas.

Dos goles de mala suerte

Con el equipo replegado no es extraño que se originaran algunas situaciones confusas y barullos, en las que, a veces, es difícil imponer un orden que permita resolverlas adecuadamente. En dos de ellas vinieron los dos tantos del Cieza. Uno de ellos, por cierto, un gol fantasma, ya que la pelota no llegó a atravesar la línea de gol, siendo despejada por Novo antes de que lo hiciera, pero el árbitro concedió el tanto. El otro fue una situación parecida, encontrándose Ávila muy tapado cuando la pelota llegaba hasta la red.

Cómo empató el Toledo

En el primer tiempo el Cieza consiguió su ‘gol fantasma’, e inmediatamente vino la réplica del Toledo, adelantando a Sanz y dedicándose a llevar un poco de juego a su línea de ataque. Vino un avance de Florencio, un pase templadísimo y medido de éste, y un cabezazo de Luengo, que llevaba la pelota hasta la red.

Conseguido el empate, se replegó nuevamente el Toledo, y se defendió con ese tanteo hasta el descanso.

En la segunda parte volvió a adelantarse el Cieza en el marcador, y volvió el Toledo a empatar el encuentro, esta vez por mediación de Sauer, aprovechando otro buen servicio de Florencio y rematando espectacularmente de cabeza por la escuadra. Un gol de bandera. Faltaban todavía quince minutos para terminar el encuentro. El Toledo pudo decidirse por ganar el partido, pero optó por defender el punto positivo que ya tenía en la mano y volvió a jugar nuevamente a la defensiva hasta la terminación del partido, prorrogado, por cierto, cinco minutos por el árbitro, señor Pinar, que actuó un poco en plan casero.

Todas las líneas respondieron

El Toledo hizo su partido, el que se había propuesto y el que necesitaba para traerse un punto positivo más. Fue dominado, como todo equipo que juega en plan defensivo, pero sin agobios y con holgura en los momentos en que se decidió a atacar. Todas las líneas respondieron a las mil maravillas, mereciendo destacarse la actuación de Novo, en su reaparición cubriendo el puesto de Zori, lesionado el jueves pasado en Puertollano. Ávila, en la puerta, actuó valientemente. Los defensas, seguros, y la línea de ataque, muy bien compenetrada en todo momento. Florencio lució como siempre, y Luengo y Sauer marcaron los dos tantos. En suma, un empate con todos los honores.