TEMPORADA 1970/71: TOLEDO 4 – ACUEDUCTO 1


El Toledo (4-1) goleó al Acueducto

Pudo ser mayor, pero hubo conformismo

Varios remates locales se estrellaron en la madera

Crónica realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “El Alcázar” el 15 de marzo de 1971


Con mediana entrada en los graderíos de Palomarejos, se disputó el encuentro entre los equipos del Acueducto y el Toledo, que finalizó con la victoria local por cuatro tanos a uno.

Alineaciones

Acueducto: Goya; Mariano, Pocholo (Vegas), José Luis; Juanjo, Migueláñez; Agustín, Vallejo (Julio), Cuellar, Susi y Del Río.

CD Toledo: Lara; Castilla, Lafuente, Calero; Loren (Ibáñez), Aza; Bozque, Mayor (Bonillo), Orive, Montero y Eusebio.

Arbitraje

Dirigió la contienda el señor García Serrano, auxiliado en las bandas por Pérez Carrillo y García Cabreros. Su labor la podemos catalogar de mediana, ya que en un encuentro de mucha corrección, sufrió algunos despistes, sobre todo en invalidar un tanto al equipo local por supuesto fuera de juego, y que no vimos por ninguna parte.

Goles e incidencias

1-0: Catorce minutos de juego, cuando Bozque pasa a Orive en profundidad, y el circunstancial delantero, con mucha valentía, se adelanta a la salida del meta para clavar el balón en las mallas.

2-0: Dos minutos después, y como consecuencia de la presión de los verdes, la defensa segoviana se ve forzada a ceder su cuarto corner, produciéndose una melé, y ya con el balón casi dentro, Mayor, de cabeza, lo empuja hasta el fondo de la red.

3-0: A los veinticinco minutos, falta cercana al área, que se encarga de sacar Montero, y su disparo es desviado de cabeza por Orive, para que Eusebio remache el nuevo tanto local y dé la euforia a los graderíos, por lo desacostumbrado a presenciar tres goles en tan poco espacio de tiempo.

4-0: Tres minutos después, nuevo gol en el casillero del Acueducto, como consecuencia de una gran jugada de Orive, que de disparo angulado logra batir al desconcertado Goyo.

4-1: Doce minutos del segundo tiempo, falta a un delantero visitante, sacad en corto sobre Migueláñez, y éste, de disparo alto y angulado, marca el tanto del honor de su equipo.

Cinco saques de esquina efectuó el Toledo, por dos de sus adversarios.

La valentía y el pundonor se llama Orive

Con muy malos augurios en los graderíos dio comienzo este encuentro, en donde se registraba una alineación revolucionaria, con Castilla de lateral derecho y Orive de delantero centro, pero afortunadamente esto fue efímero y en los graderíos no dio tiempo a hacer más comentarios cuando ya en los primeros cinco minutos el Toledo había conseguido forzar dos córners, y el peligro se cernía sobre el portal de Goyo.

Orive, que una vez más merece capítulo aparte, luchaba con una entrega y pundonor que traía en jaque a los defensores segovianos, y fruto de esta acometividad ¡qué buenas armas son para justificar un fichaje!, fue el primer tanto, marcado por el circunstancial delantero, que por pies y valentía ganó la acción al meta y el balón se clavó en las mallas.

No acabó aquí, si no el recital, sí el ejemplo de cómo se debe sudar una camiseta, porque Orive, el gran triunfador de esta primera parte, interviniendo en todas las jugadas de goles, sirve en bandeja de plata a sus compañeros otros dos tantos, y él mismo, rubricando su buena actuación, logra el que sería el último de su equipo.

Nadie se explicaba todo esto que se estaba consiguiendo ante uno de los mejores conjuntos de esta Regional, que haciendo una gran defensa se desplegaban admirablemente para evitar una goleada de escándalo, y que sus líneas no fueron rebasadas en más ocasiones, aunque éstas no faltaron, sobre todo cuando Mayor, a pase de Orive ¡cómo no!, solo ante el portero, malograba la más clara ocasión de todo el encuentro. Pero no importaba, porque los primeros cuarenta y cinco minutos finalizaban y en el marcador ese rotundo y bien elaborado cuatro a cero que pudiera ser el principio de un reajuste de juego para rehabilitarse ante su sufrida afición.

La madera, aliada de los visitantes

Sin duda, por la diferencia del marcador, el Toledo ya no fue el mismo en la continuación, y cedió mucho terreno a los animosos y deportivos segovianos, que están a punto de marcar, pero Lara se encarga de evitarlo en gran parada, aunque poco después no puede impedir el fuerte disparo de Migueláñez.

Los del Acueducto agotaron el cupo de sustituciones buscando el acortar más la distancia, pero Bozque, primero, y casi al final Ibáñez, estrellan sendos disparos en la madera, que en el remate posterior de sus compañeros se falla, por lo que no hay más novedades dignas de mención, a no ser el tanto invalidado, y que no nos explicamos por qué, del señor García Serrano a Montero.

Pero para muestra de este difícil encuentro, bien está este resultado, al que muchos se abonarían en lo sucesivo.