TEMPORADA 1970/71: BOETTICHER 1 – TOLEDO 1


El Toledo arrebató un punto al difícil Boetticher

Felipe Mayor, con un gol de antología, el más destacado

Crónica realizada por Ángel Friginal, publicada en el diario “El Alcázar” el 21 de septiembre de 1970


Con el campo del Boetticher y Navarro en magníficas condiciones, y una excelente entrada, dio comienzo el encuentro entre los propietarios del terreno y el Toledo, guardándose antes de su comienzo un minuto de silencio por reciente fallecimiento de uno de los productores de la empresa en desgraciado accidente.

El señor Sánchez León, ayudado en las bandas por González Castillo y Sangro Tabor, alineó a los dos equipos de la siguiente manera:

CD Toledo: Lara; Lafuente, Borja, Calero; Loren, Azas; Senovilla, Montero, Mayoral, Mayor y Vergara.

Senovilla y Vergara fueron sustituidos por Orive y Arias, al reanudarse el segundo tiempo, y a los setenta minutos del partido.

Boetticher y Navarro: Tapiador; Gallego, Luna, Felipe; Ferrer, Uriarte; Ungría, Del Campo, Peiró, Criado y Viana.

Luna y Peiró, en los minutos treinta y ocho y cincuenta y nueve, fueron reemplazados por Bajo y Poli.

Goles

0-1: A los sesenta y nueve minutos, y como fruto de la peligrosidad de la delantera toledana, Mayor recoge el balón en el centro del campo, bascula en posición de extremo izquierdo, sorteando a cuantos contrarios le salen al paso, y con voluntad y valentía se adentra en el área, sorteando también a Tapiador en su desesperada salida. Los defensores, tres o cuatro, se ponen en fila en su portería, pero Felipe, de tiro raso, lleva el balón a la red, ante la explosión de entusiasmo de sus compañeros y seguidores. Un gran gol, que es fuertemente aplaudido.

1-1: Ochenta minutos, cuando Calero, en su único error, y motivado por los nervios, es objeto de falta por Ungría, que el árbitro sanciona. Calero pierde la serenidad y lanza una tonta patadita al aire, y la falta es rectificada y contra el Toledo. Sacándose la misma va el balón a corner, y en un tremendo barullo, creemos que aprovechado por Del Campo, de cabeza, burla la salida de Lara, cegado por el sol, y el balón, rebotado en un poste, entra por fin en la meta, ante la desesperación de los toledanos. Un gol de auténtica desgracia.

Prometedor debut de Calero y Azas

La salida en tromba y arrolladora de los ascensoristas, que buscaban afanosamente el tanto inicial, fue una dura prueba de fuego para las líneas de retaguardia toledanas, en donde los debutantes, Calero y Azas, éste en auténtica labor de defensa de cierre, se mostraban segurísimos, muy bien secundados por Borja, y en última instancia por el guardameta Lara. Fueron minutos de agobiante presión, serenándose poco después el Toledo, que pasaba a inquietar a Tapiador, y el juego se niveló, produciéndose el peligro en ambas puertas.

A los diez minutos, Loren entra a Felipe, que tiene que ser asistido, reintegrándose enseguida, pero con tan malos modos que aquí estribó uno de los defectos arbitrales, ya que este encorajinado jugador se toma su particular venganza, y es Mayoral, que se mostraba con mucha movilidad y peligrosidad, el que cae, ante alevosa patada, sin que se amoneste el antideportivo gesto. Luego es Del Campo el que propina una patada en la cara a Loren.

En los minutos veinte y veintisiete, el Toledo se pudo adelantar en el marcador, pero Tapiador y el larguero los frustraron, a disparos de Vergara y Senovilla, respectivamente. También la defensa salva la situación de peligro, a los treinta y ocho minutos, cuando Mayor se colaba y es abrazado y derribado, casi dentro del área, pidiéndose penalti, que no se concede, por lo que el presidente del Toledo, que se encuentra en el palco, a mi lado, hace un gesto significativo de esta tolerancia arbitral. Faltan cinco minutos para el término de los primeros cuarenta y cinco minutos, cuando es Borja el que en la misma raya de gol, salva el momento, al escapársele el balón a Lara.

Felipe Mayor y su gran gol

Ya en la segunda mitad, el Boetticher toma sus precauciones, ante el mayor acoso toledano, y son muchas las faltas que cometen para salvar el peligro. En la ejecución de una de ellas, Montero dispara fuertemente y nuevamente Tapiador, en magistral despeje a corner, salva la situación y el remate magistral de cabeza de Mayoral, al saque del mismo, no entra por poco. El Toledo se ha adueñado de la situación y el gol se “masca”, como dicen los castizos, pero se tiene que suceder una de las mejores acciones individuales de su capitán, Felipe Mayor, en la jugada ya narrada. Mayor siembra él solito el desconcierto, y sus contrarios no aciertan a frenarlo, y aquí, en esta fase, creemos, estuvo la clave del partido, cuando se pudo aprovechar esta racha, con el adversario totalmente entregado, pero…

El inoportuno repliegue

La historia de siempre se repitió, y el conservar un solo tanto demostró, una vez más, que no conduce a nada práctico y un gol de sorpresa, como así sucedió, puede venir en cualquier instante. Lástima, porque el Toledo se hizo merecedor de la limpia victoria, con el público y jugadores contrarios totalmente aceptando el veredicto, pero las cosas del fútbol son así y así las tenemos que acatar, aunque no respondan a lo que en realidad debió ser y no lo fue, por la conservación de un tanto, aunque también es verdad se podía producir el reparto de puntos, de otra forma, no debiéndose olvidar que los encuentros duran noventa minutos.

En resumen, un nuevo positivo para el Toledo, y lo que es mejor, que está demostrando en sus salidas que es equipo fuerte, que lleva la iniciativa, y que en este gran campo –uno de los mejores de Castilla-, ante un fuerte rival, ha marcado la pauta de lo que pueden ser sus posibilidades claras en esta difícil Regional, equivalente a una Tercera División anterior.

Ocho saques de esquina lanzó el Boetticher, y cinco el Toledo.