TEMPORADA 2002/2003: CONQUENSE 0 - TOLEDO 0


En un derbi regional viril, pero deportivo, el Toledo obtuvo un importante punto en Cuenca

Crónica realizada por Ángel Alberola, publicada en el diario “ABC” el 7 de octubre de 2002


Estadio Municipal La Fuensanta, de Cuenca. Mil quinientos espectadores.

Alineaciones

Conquense: Álvaro, Lozano, Mérida, Sabino, Alfonso (Cuenca, m.68), Hernández, Héctor, López Garay (Quiyo, m.65), Gabi, Salas y Soriano (Oscar, m.83)

CD Toledo: Diego Arroyo, Aguilar, Camacho (Gaitán, m.70), Jorge, Pepelu, Israel, Antonio Gómez, Brenes, Azcona, Bauti (Ernesto, m.46) (Emilio, m.57) y Mariano Juan.

Árbitro

Bardón Huerga, del colegio valenciano. Tarjetas amarillas a Sabino, del Conquense, y a Israel y Emilio, del Toledo.

Comentario

El Toledo consiguió un importante punto en su visita al Municipal La Fuensanta para enfrentarse al Conquense en duelo regional. El partido fue viril, pero muy deportivo. Los equipos trabajaron a destajo sobre el tupido césped.

En la primera mitad el Conquense llevó el peso del encuentro y dispuso de varias opciones para haberse adelantado en el marcador. En dos de ellas, Diego Arroyo se tuvo que emplear a fondo y con acierto en disparos lejanos de Hernández y Gabi. Estas dos intervenciones del guardameta visitante le dieron tranquilidad personal y confianza al resto del equipo. Y es que el cancerbero toledano, en los anteriores encuentros, no había transmitido demasiada seguridad. El Conquense también pudo haber desnivelado el marcador en una acción en la que Pepelu no estuvo acertado en la línea de cobertura, robándole el balón Salas, pero su disparo pegó en el larguero.

Sin embargo, el Toledo también dispuso de sus opciones de gol. Antonio Gómez, de golpe franco directo, disparó fuera por poco, y Azcona, en un lanzamiento lejano, sorprendió al meta Álvaro, pero el balón se estrelló en el poste.

Tras el descanso, Vilches dejó en el vestuario a Bauti, dando entrada a Ernesto, pero el jugador madrileño se lesionó en la cadera y tuvo que ser sustituido a los diez minutos de entrar por un apático Emilio.

El Conquense empezó a desarrollar un fútbol demasiado directo, pero sin apenas circulación por la línea medular. Esto favoreció los intereses del equipo toledano que, sin apenas despeinarse, aguantó el acoso local.

Los conquenses no tuvieron ninguna oportunidad clara ante la portería de Diego Arroyo. Por su parte, al Toledo le faltó precisión para, a la contra, sorprender al Conquense. La mejor ocasión para unos y otros estuvo en las botas de Antonio Gómez, pero su disparo, cuando lo tenía todo a su favor, se marchó fuera. Al final, un punto para cada equipo, que dejó satisfecho a Vilches y no al preparador local, Miguel Zurro que, quizá mirando sus intereses, indicó que su equipo era el que mereció la victoria. Pero como el fútbol el ganador no se determina a los puntos, como en el boxeo, el empate es inamovible.