TEMPORADA 1991/92: TOLEDO 1 – FUENLABRADA 2


Nueva decepción del Toledo ante el Fuenlabrada

Los madrileños apearon al conjunto anfitrión de la final y ponen en peligro el éxito económico del torneo

Crónica realizada por Jesús Espada, publicada en el diario “La Voz del Tajo” el 15 de agosto de 1991


Algo menos de media entrada en las gradas del Salto del Caballo para presenciar el primer partido del Trofeo de Ferias. Terreno de juego en magníficas condiciones y deficiente iluminación.

Alineaciones

CD Toledo: Yuste, Cano, José Luis (José, m.66), Abel, Gabi, Pedro Díaz, Luisito, Dani, Mesones, Arganda y Pardina.

Fuenlabrada: Pedro, Testa, Curro, Rosa, Aguilar, José Emilio, Carrasco, Azcona, Adolfo, Viñuales y Oscar Ramón.

En la segunda mitad actuaron también Palacios, Llorente, Juan y Esteban.

Árbitro

Palomo González, auxiliado en las bandas por García Fuentes y Gutiérrez Bartolomé. Correcta actuación en un partido sin demasiados problemas, en el que sí hubo algún brote de malos modos, que no pasaron a mayores. Mostró cartulinas amarillas a Abel y Gabi, en el Toledo, y a Testa, Adolfo y Oscar Ramón, en el Fuenlabrada.

Goles

1-0, minuto 30: Cano centra desde la derecha para Pardina, que recibe en el punto de penalti, controla, se revuelve y marca de disparo raso con la izquierda.

1-1, minuto 70: falta que saca el Fuenlabrada al interior del área, Yuste falla en la salida y marca Palacios, ante la pasividad de la zaga.

1-2, minuto 83: Testa transforma un claro penalti cometido por Yuste.

Comentario

Segundo partido del Toledo en pretemporada y segunda decepción del conjunto verde ante su afición. Si mala impresión causó el equipo de Emilio Cruz en el primer compromiso frente al Parla, la mala imagen ofrecida ante el Fuenlabrada hizo aparecer de nuevo un sentimiento de desilusión en las gradas del Salto del Caballo. Y en esta ocasión, además, con el agravante de que la derrota deja al conjunto verde fuera de la final del Trofeo de Ferias, que se disputa esta noche a partir de las nueve y media de la noche.

Y eso que el comienzo del partido fue esperanzador para los toledanos, ya que en apenas diez minutos, los de Emilio Cruz habían conseguido ya plantarse en dos ocasiones con claro peligro de gol ante la meta del conjunto madrileño. Sin embargo, la puntería de los locales no estaba nada fina y los remates de Luisito y Mesones fueron a perderse cerca de los palos de la meta madrileña y en manos del portero Pedro.

El Toledo dominaba completamente la situación sobre el bien cuidado césped del Salto del Caballo, aunque se cometían algunas imprecisiones en defensa y seguía apreciándose la lógica falta de acoplamiento de unos jugadores que llevan poco tiempo trabajando juntos. Pero, a ráfagas, el Toledo lograba encandilar a los aficionados que se dieron cita en el Municipal, sobre todo en cuanto entraba en acción el hombre que, por el momento, ha demostrado una mayor calidad en el conjunto verde, Pardina.

Además, los de Emilio Cruz, lograban entrar bien por los carriles, con un Arganda que volvía a ser uno de los elementos más activos y un Luisito que, a pesar de actuar por el lado derecho, se desenvolvía bien y conseguía un buen entendimiento con Cano.

Emilio Cruz planteo un sistema similar al del partido frente al Parla, con cuatros defensas en línea, cuatro hombres en el centro del campo y dos puntas. Cano y Luisito fueron las novedades en el once inicial, debido a las lesiones de Figueroa y Pedrete, y el Toledo seguía basando su sistema organizativo en dos hombres del centro del campo, Dani y Pedro Díaz. Los dos teóricos cerebros del conjunto verde entraron en juego con asiduidad en esos primeros compases del partido, en los que su aportación de dejaba sentir en la mejor fluidez del ataque toledano, sin embargo, su juego se fue diluyendo a medida que avanzaba el cronómetro, hasta llegar al mismo tono apático mostrado en el partido frente al Parla.

De nuevo fue el ex jugador del Granada, Pardina, el que se encargó de poner las notas de clase sobre el rectángulo de juego. Una preciosa jugada suya, que pasó a Dani y envío de éste a Luisito, se tradujo en una ocasión clara de peligro sobre el portal madrileño. Y fue el propio Pardina quien, a pesar del férreo marcaje al que le sometió Aguilar –en la temporada pasad jugador del Toledo- se encargó de Antar el único tanto del Toledo en la pretemporada. De nuevo funcionó el dúo de penetración por el lado derecho entre Cano y Luisito, y el pase al punto de penalti fue controlado por Pardina, quien tuvo la frialdad suficiente como para resolverse ante la presión de la defensa visitante y mandar el balón pegado al poste de la meta de Pedro.

El uno a cero, junto a las ráfagas de fútbol fácil del conjunto toledano, hicieron que esas esperanzas iniciales se multiplicasen, aunque no tardó mucho en cambiar el panorama. El Toledo siguió dominando por completo la situación, aunque las ocasiones de peligro ya no se producían con tanta asiduidad, mientras que el Fuenlabrada seguía agazapado y sólo intentaba tímidamente algún contragolpe.

Se llegó al descanso con el marcador favorable al Toledo y con la sensación generalizada de que el Fuenlabrada no era un equipo capaz de inquietar el pase a la final del conjunto toledano, pero al final sucedió eso que pocos podían esperar. Y eso es, que de nuevo el Toledo comenzó con una ocasión clarísima, Dani se quedó solo en el punto de penalti con un balón que ni se esperaba y que mandó fuera cuando tenía toda la portería para mandarlo a la red. Esa fue la última ocasión de peligro generada por el Toledo hasta el final del encuentro, y eso que sólo se llevaban jugados dos minutos de la reanudación.

El equipo verde perdió sitio en el campo hasta límites insospechados en un equipo plagado de hombres de calidad. Pedro Díaz, Dani y Arganda desaparecieron del terreno de juego, con lo que la distancia entre líneas era prácticamente insalvable para la zaga a la hora de empezar a montar el juego desde atrás. Pardina, situado en la delantera a pesar de que su posición idónea es la de interior izquierdo, apenas recibía balones, mientras que Mesones siguió como en la primera parte, sin participar para nada en el juego de su equipo. Si a eso se le unen dos nuevos regalos defensivos en acciones desafortunadas de Yuste, se puede explicar que un equipo de lo más normalito como es el Fuenlabrada aprovechase la ocasión para dejar en el cuneta al anfitrión del Trofeo de Ferias y terminase imponiendo por dos a uno.

El primer tanto de los madrileños llegaba en el minuto 70, en un libre indirecto con salida en falso de Yuste, lentitud en la defensa y con Palacios que aprovechó para anotar el primer gol de los visitantes. Y a falta de siete minutos, una nueva intervención desafortunada de Yuste se convierte en un penalti claro que transforma Testa en el uno a dos definitivo.