TEMPORADA 1990/91: TOLEDO 0 – LAS PALMAS ATLÉTICO 0


El Toledo sigue sin identidad

Ni con Iglesias, en la grada, se quebraron las cuatro jornadas sin ganar

Crónica realizada por J. Eloy García Orozco, publicada en el diario “Ya” el 14 de enero de 1991


Municipal Salto del Caballo. Casi media entrada. Tarde soleada, aunque fría. El nuevo técnico del Toledo, Miguel Ángel Iglesias, estuvo en la grada, junto a su segundo, Pedro Braojos. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la madre del masajista local, Pepe Bargueño. Los jugadores lucieron brazalete negro. Luz artificial, muy deficiente, en el cuarto de hora final.

Alineaciones

CD Toledo: Arévalo, Ávila, Aguilar, Lozano, Corchado, José Luis (Lolo, m.77), Dani, Ballester, Luisito, Diego y Paco.

Las Palmas Atlético: José Miguel, Reyes, Caraballo, Antonio, Manuel, Tavio, Sintes, Chus Pérez, Javier, Germán y Socorro (Víctor, m.88)

Árbitro

Quiralte Simón, ayudado por Mestre Martínez y Fillol González, del colegio valenciano. Regular. Se tragó un penalti de Corchado a Javier en el minuto 81. Tarjetas para Ballester, Lozano, Corchado, Dani, Reyes y Sintes.

Comentario

Quinta jornada sin ganar y tercer negativo para un Toledo que no pudo doblegar al técnico, pero inoperante, Las Palmas Atlético, que sólo en el cuarto de hora final, cuando los del debutante Miguel Ángel Iglesias bajaron en sus fuerzas y perdieron el norte que les había guiado, mal que bien, en la media hora anterior, pues en los primeros cuarenta y cinco minutos todavía tuvo opciones. El Toledo, hoy, tuvo una mejor disposición que hace siete días ¿Sería por el cambio de entrenador? Pero careció de equilibrio entre líneas, amén de profundidad para poner en tela de juicio el sistema de contención de Las Palmas Atlético. Se volvieron a reeditar viejos errores, como juego inconsistente, una carencia excesiva a jugar por el centro, falta de mordiente, con el añadido que los puntas no reciben casi nunca en ventaja, y ausencia de juego práctico y con sentido.

El juego careció de orden porque Luisito nunca pudo dar una clarividencia y clama de la que está muy necesitada el equipo, y porque Ballester, que pierde el balón mucho más pronto de lo que lo recupera, sigue empeñado en hacer de tira faltas y largar balones en cuanto los recibe a donde salga. Con estas premisas, Las Palmas Atlético tuvo siempre su juego ‘enfriado’, aunque no dominara. La movilidad de Ávila por la derecha y de José Luis, con más alegría, por la izquierda, dio alguna salida al ataque, que se tradujo en un centro de Paco y cabezazo de Diego que lamió el larguero, y un minuto más tarde, un nuevo centro del lateral y empalme muy bueno de Diego, que rozó el travesaño.

Corría el minuto once y se atisbaban otras maneras, aunque no hubiera cambiado nada el sistema del recordado Lorenzo. Pero la decepción no tardó en llegar, porque el amontonamiento de hombres en el medio campo que ordenó Germán Dévora acabó por ‘comerse’ a los de Iglesias, quienes se perdieron en errores, balones al rival y juego de patio de colegio, con continuo bombeo de balones y lucha de todos por donde iba el balón, animándose la parroquia por un cabezazo de Paco que rozó un palo, en el minuto 34, y un tiro forzado de Diego, en el minuto 43.

Las expectativas que ofrecía la segunda mitad no eran nada halagüeñas, viendo el caminar de un equipo en el que Dani se ‘esconde’ en tierra de nadie, donde no hay que arriesgar, y Ballester se limita a dar el balón peor que le llega, amén que ambos no entienden de marcas, mientras Paco ni siquiera tiene ocasión de mostrar su inteligencia en el área chica y sólo tiene arrestos para abrir huecos desaprovechados, y Diego lo intenta, como en un cabezazo fallido que remató alto Aguilar, en el minuto 57, pero le sale muy poco, apenas nada. Las Palmas Atlético se quitó su complejo de empate en el cuarto de hora final, una vez las fuerzas verdes estaban expirando, y un cabezazo de Socorro, un extremo de gran calidad y facilidad para el regate, que salvó Arévalo in extremis.